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Evite imitaciones y plagios que proyectan falta de creatividad; nadie más le ha hablado ni le hablará de la entrepierna como nosotros lo hacemos. Somos los pioneros en este concepto, no se separe, no deje de estar entrepiernado con nosotros. Es un gusto...



Su editora desde 2009, Yuriria Rodríguez Castro.



viernes, 2 de octubre de 2009

Mi primera vez fue con un modelo de Calvin Klein

Foto tomada de la publicidad de OBAO BIO.

Estoy viendo un espectacular de un famoso desodorante, en él aparece mi primer amante, Antonio; quien era famoso por su belleza y su miembro prominente. Joven, alto, fuerte, de cabello castaño quebrado, labios gruesos y bien delineados, así como dos agujeros en las mejllas que delimitaban su sonrisa.
Se sentía abrumado por su propia belleza. Entonces, cuando yo a penas pasaba de los 15 años, él trabajaba para Calvin Klein, modelando calzoncillos. Me regaló unas fotos que luego un amigo gay me robó amablemente.
Mi primera vez, aunque la "virginidad" la había perdido antes en algún parque jugando al columpio o algo así de tonto, recuerdo que fue en su casa, yo había ido a recoger un libro que le presté, el cual contenía toda la obra de Xavier Villaurrutia. Lo toqué por encima del pantalón hasta que se le paró, me llevó a su cuarto y desnudé yo primero. Lo besé todo, me hizo sexo oral y me penetró con dolor, pero no sin placer. Cuando se dio cuenta que yo era virgen, me dijo que no se lo imaginaba de mí, que además nunca le había pasado. Finalmente concluyó colocando su miembro entre mis cenos y viniéndose.
Al término le conté que también quería experimentar con mujeres; me dijo que tenía una amiga bisexual. Luego no lo volví a ver en mucho tiempo. Ambos trabajabamos como actores, por ello éramos sexualmente desinhibidos. Él siguió haciendo modelaje, yo me dediqué a otros asuntos y entré a la Universidad, dejando atrás la actuación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Con mi educación tan cerrada y tradicional, no pude explorar mi calenturienta bisexualidad hasta el último año de preparatoria. Mis amigos más cercanos eran una lesbiana y un gay que vivían ocultándose de sus pasiones carnales, por ello tardamos mucho en conocer lo que el otro sentía.
Un día, en la disco "Penélope" ellos me confesaron sus gustos y yo inevitablemente me sentí atraída por ese nuevo mundo. Pasaron los años y yo seguía muy heterosexual, hasta que te conocí y despertaste lo que inexorablemente dormía en mi. Recuerdo tus senos intimidantes ante mi inexperta boca, tu afilada lengua recorriendo mi boca, tu desenfrenada pasión. No sentí culpa en absoluto. Sentía cosas nuevas y me daba curiosidad descubrir que más había. Siempre pensé que te quedabas insatisfecha con mi poca experiencia.
Ahora ya estoy muy colmilluda, los hombres y mujeres siguieron desfilando por mi vida, siempre tú como mi primera vez con una mujer; ahora estás lejos y la tienes a ella y no creo que un encuentro sexual contigo se de en un futuro cercano. Sin embargo, se que ahora podría devolverte todo el placer que me diste tú.