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Evite imitaciones y plagios que proyectan falta de creatividad; nadie más le ha hablado ni le hablará de la entrepierna como nosotros lo hacemos. Somos los pioneros en este concepto, no se separe, no deje de estar entrepiernado con nosotros. Es un gusto...



Su editora desde 2009, Yuriria Rodríguez Castro.



jueves, 8 de octubre de 2009

Proyectos de empoderamiento con jóvenes homosexuales


Harvey Milk; el poder de la igualdad y la tolerancia.
FOTO DE ARCHIVO.  TEXTO TOMADO DE http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_id=2674


Antonio Medina

Nueva York, NY, febrero 26 de 2009.

Los pasillos de la preparatoria Harvey Milk School, de la ciudad de Nueva York, lucen vacíos durante las horas de clase, pero una vez que llega el cambio de hora, comienzan a llenarse de jóvenes gays y lesbianas. Algunos son latinos, otros afroamericanos, uno que otro oriental o anglófono.

Apresurados caminan de un lado para otro, algunos se detienen a platicar, otros juegan, se empujan, se secretean o hacen bromas al de a lado. Los más desinhibidos caminan como modelando, se carcajean, ríen… Exhiben sus atuendos para que todos los miren, imitan a Marilyn Monroe, a Madonna o a Britney Spears. Saben que nadie los reprimirá por sus modales, vestimenta, lenguaje o forma de caminar. Las clases que toman estos jóvenes no son las convencionales, cuando menos de tres a ocho de la noche.

En las aulas y talleres de esta singular preparatoria aprenden sobre salud, sexualidad, prevención de infecciones por vía sexual y del VIH/sida y reflexionan de manera grupal sobre el amor, la autoestima, los afectos y el valor de la amistad.

In memoriam

El Harvey Milk High School fue creado como un espacio para jóvenes homosexuales, quienes por la violencia sufrida en los diferentes espacios de convivencia social, y aún en las familias, requerían de un lugar donde pudieran apoyar sus estudios y lograr concretar un proyecto de vida.

El nombre de la escuela se debe a un activista gay estadounidense, quien resultó electo para un cargo municipal en la ciudad de San Francisco en 1978, pero fue asesinado, por homofobia, por el líder del grupo opositor.

Este proyecto educativo es el primero en Estados Unidos destinado exclusivamente a las minorías sexuales. Inició labores a principios de 2003 con un presupuesto mayor a los tres millones de dólares, aprobado por el Consejo Comunal neoyorkino. Cuenta con salones para clases convencionales en donde se asesora a los alumnos en materias complicadas como matemáticas, física o química. También tiene salones amplios donde los jóvenes toman talleres de baile, canto, danza, actuación, yoga, modelaje y artes culinarias.

El Harvey Milk High School recibe fondos del Departamento de Educación de la Ciudad de Nueva York y del Instituto Hetrick-Martin, asociación que desde finales de los años setenta ha luchado por el reconocimiento de los derechos de las personas homosexuales.

La existencia de este espacio ha causado controversia, señala Lillian Rivera, asistente de la dirección. “Hemos vivido ataques por parte de grupos conservadores, y aún progresistas, que consideraron innecesario abrir una escuela exclusiva para jóvenes gays. Las resistencias también fueron por parte de la misma comunidad gay de la ciudad, ya que algunos líderes consideraron que la lucha homosexual del país, para el año 2002, ya rebasaba la necesidad de crear guetos que aislaran a los homosexuales”.

Para los fundadores de esta preparatoria la creación del espacio no buscaba separar a los y las jóvenes de su realidad, sino abrirles un lugar seguro de convivencia en donde se prepararan libremente y aprendieran a defenderse ante la sociedad que sí los excluye y violenta, pues diversos estudios académicos explicitan que la violencia que sufren muchos homosexuales, lesbianas y transexuales desde niños es muy elevada. “El sistema educativo estadounidense convencional no ha podido mitigar la problemática de la discriminación y violencia en las escuelas hacia estos niños y jóvenes”, comenta Rivera.

El modelo

Letra S estuvo presente, en abril pasado, en un par de clases del Harvey Milk School. Los más de 25 alumnos discutieron sobre empoderamiento y cómo vivir su orientación sexual frente a una sociedad que excluye y discrimina a los diferentes.

Se habló de aspectos culturales y religiosos que influyen en la discriminación y la violencia (física o simbólica) hacia quienes tienen una orientación sexual diferente a la heterosexual. Tanto chicas como chicos contaron sus experiencias frente a la homofobia y la discriminación. En el común denominador de las exposiciones se reveló el abuso, presión y violencia que sufren estos jóvenes desde niños por parte de los adultos.

“Los adultos abusan de nosotros cuando nos imponen sus miedos, sus creencias y sus prejuicios sobre la sexualidad”, comenta un adolescente de origen latino, quien explica a la clase que él no tiene problema con su orientación sexual, sino que “son los adultos con los que he convivido toda mi corta vida quienes tienen el problema, ya que ellos por sus prejuicios y miedos personales, me han reprimido por ser como soy”.

“Esa represión —retomó el docente que coordinó la discusión— también se ejerce desde espacios sociales”, e invitó a todo el grupo a poner ejemplos. La voz al unísono de los alumnos le hizo bulla al profesor, pues las experiencias de los y las jóvenes neoyorkinos, según dijeron, es que la represión se da tanto en la escuela, en el barrio, la casa, las iglesias y aún en espacios de convivencia gay, en donde la discriminación también puede darse por ser adolescente o por pertenecer a un grupo étnico minoritario.

Una vez terminada la clase, un grupo de seis jóvenes accedió a platicar con Letra S. Cuando menos tres de los chicos dijeron que su vida sexual es activa. Todos son menores de edad y uno de ellos desea transexualizarse. Coincidieron en que los beneficios de Harvey Milk en su vida van del reforzamiento de su autoestima, la salida del clóset sin violencia o sin afectar sus proyectos estudiantiles, a entablar relaciones estables, protegidas y duraderas.

Los jóvenes coincidieron en que la violencia en otras escuelas donde estudiaron antes es lo que les hizo inscribirse en Harvey Milk. “Aunque fueras buen alumno y tuvieras buenas notas, los fuertes siempre te molestan, se mofan de ti y te agraden por ser gay, o de plano puedes sufrir violencia”, comentó un joven afroamericano de 17 años quien desde que estudiaba la primaria se acostumbró a ser violentado “por mis naturales amaneramientos”.

En Harvey Milk High School las reglas sobre el respeto están muy bien determinadas. Los alumnos saben que palabras como negro, gorda, joto, maricón, chino, machorra, anglo o latino, entre otras, pueden ser generadoras de violencia, limitan la comunicación, pero sobre todo, “pueden romper con uno de los principios básicos de la escuela, que es el respeto a todas las formas de existencia humana”.

El esquema de Harvey Milk ha sido retomado por otras escuelas en diferentes estados de ese país. Ha desarrollado una propuesta pedagógica en la que los estudiantes son proactivos con su educación, se hacen responsables de su salud sexual y aprenden a vivir su diferencia sexual sin culpas. “Aprenden a manejar sus emociones y entienden cómo está estructurada la sociedad y los diferentes ámbitos de convivencia, por lo que —concluye Lillian— este espacio, además de ser educativo, es un lugar donde los niños y adolescentes gays aprenden cosas sobre la vida y sus dificultades”.

* Este texto se publicó el 7 de junio de 2007 en el suplemento Letra S y la Agencia NotieSe lo retoma en el contexto del estreno de la película Milk en México.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Alejandra Guzmán, entre la muerte, las drogas y el sexo

 
La Guzmán, un mito sexual.

FOTO: CUARTOSCURO.


Los devotos sexuales deben estar rezando el onanismo diario para que la Guzmán no se le arruinen los glúteos, como si eso valiera más que su vida.
 
Ahora el chisme se apagó, la promesa sexo-muerte es puro amarillismo de la prensa, que no quiere traicionar a los mitos construidos por la ficción del periodismo de espectáculos.


El sexo y las estrellas pop no pueden separarse. Al tiempo que escribo esto, comienza a rumorarse que Alejandra Guzmán se está muriendo por haberse inyectado una substancia en los glúteos que le infectó dicha zona y parte de los huesos, así como la sangre.
El deseo de ser deseable, de no dejar de ser apetecido, el dinero que se gana con la concupiscencia y lasivia del público; no permite a las celebridades dejar de ser un sex simbol, pero "ser un símbolo sexual es una cosa, odio ser una cosa", pensaba Marilyn y murió siendo la cosa usada por todos.
Ver a una mujer drogada con éxtasis o algo así que acentúe su apetito sexual, es un don escatológico, es como si todo el tiempo vivieran en el orgasmo sin poder sentirlo.
Los devotos sexuales deben estar rezando el onanismo diario para que la Guzmán no se le arruinen los glúteos, como si eso valiera más que su vida.
Ahora que estoy escribiendo, dicen que habrá un comunicado donde Ale Guzmán desmienta todo y quizá diga que más bien fueron drogas o algo así la causa de su hospitalización. Eso es lo que prometen las estrellas pop: sexo, drogas y al final muerte precoz.
Sin embargo, como sigo escribiendo, para estas horas, la propia cantante ha salido a rechazar que su delicada salud se deba a una intervención quirúrgica en las nalgas; sino a un problema anterior.
Ahora el chisme se apagó, la promesa sexo-muerte es puro amarillismo de la prensa, que no quiere traicionar a los mitos construidos por la ficción del periodismo de espectáculos.

Encuentro sexual de una verde mañana

Mi amiga Ian es una maja, baila flamenco y tiene descendencia española; a veces, cuando pasaba noches de borrachera con ella, me gustaba verla casi al borde de la angustia y el llanto de la soledad misteriosa que la envolvía; pero nunca la vi abandonarse lo suficiente ni soltar una lágrima frente a mí, siempre se quedaba en el límite de la emoción, encantadoramente reclinada sobre el sofá, dormida mientras sostenía en una de sus manos el auricular del teléfono. Hermosa y naturalmente perturbada como Marilin Monroe.

Hace años que no la veo. Recuerdo que alguna vez la besé; pero el recuerdo es tan remoto que cada vez estoy menos segura de haberlo hecho.

Pero ella me gustaba, sí ya me acuerdo bien, yo quería acostarme con ella, y en dos o más ocasiones estuvimos a punto de hacerlo, pero al momento que tocaba sus senos y la besaba, ella se separó, excitada y rechazando su propia excitación. Esa mañana era verde como la marihuana y ese encuentro era como una alucinación que se disipaba en la sobriedad.

Ahora la extraño, no he podido verla ni en su cumpleaños, ni en Navidad o Año Nuevo como antes nos veíamos. Miro el teléfono y la veo dormir, desfallecida por el cansancio de su sensualidad.



Yuriria Rodríguez Castro (Derechos de Autor)
Se quedaba en el límite de la emoción, encantadoramente reclinada sobre el sofá, dormida mientras sostenía en una de sus manos el auricular del teléfono. Hermosa y naturalmente perturbada como Marilin Monroe.

martes, 6 de octubre de 2009

Lydia Cacho se enfrenta a García Márquez en debate moral


 FOTO: CUARTOSCURO.


Lydia Cacho ha sido no sólo una periodista de denuncia, sino también una defensora de los derechos de las mujeres, sobre todo ha visto por las niñas que son víctimas del delito de trata de personas. Hoy, Lydia se enfrenta a un dilema moral, más que periodístico, donde el polémico filme, basado en la novela del también periodista, Gabriel García Márquez, “Memoria de mis putas tristes”, tendrá como una de sus locaciones al estado de Puebla, que gobierna Mario Marín; quien se viera involucrado con Kamel Nacif, acusado de formar parte de una red pederasta internacional, asentada en Cancún.

La filmación de la novela de Gabo se ha enfriado por el contexto político de México, la impunidad abre paso a la moralina: ahora, Lydia Cacho se escandaliza con García Márquez, por no hacerlo con el gobierno federal,  al cual debió exigirle aplicar la ley, cumpliendo con su palabra de sacarle la “tarjeta roja” al “gober precioso”, pero no fue así. Mientras, las heridas de las víctimas siguen abiertas y para no afectarlas hay que censurar, como si eso fuera ejercer justicia contra los causantes de este delito.
La historia de esta obra literaria, gira en torno a la relación de un anciano que se regala una noche de sexo con una adolescente virgen de 14 años para festejar su cumpleaños número 90.
Primero fue la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, quien anunció el viernes que demandaría penalmente al Premio Nobel de Literatura, a los productores de la película y al gobierno de Puebla por promover la prostitución infantil. Pero no es así como se soluciona el problema, no se trata de un debate moral, que es a donde lo está llevando Cacho, pues esto no pasaría en un país donde la ley se respeta, empezando por la clase política y terminando por la sociedad.
Cabe recordar, que toda la historia universal de la literatura, desde los clásicos, hasta los muy polémicos y sonados libros, como "Aura", de Carlos Fuentes tienen episodios sexuales, algunos de paidofilia; en el caso de éste último, incluso fue moralizado por políticos de derecha, como Carlos Abascal, a quien le parecía ofensivo por su contenido sexual.
Esto no es la inquisición, pues la censura no genera soluciones; al contrario, oculta los problemas y facilita la impunidad.

Nota aclaratoria:
Esta editorial le expresa su respeto y admiración a la periodista Lydia Cacho; sin embargo, pensamos que el debate sobre el tema se da en un ámbito de violencia impune que persiste en México, ese es el daño real a las víctimas, no la exhibición de una obra literaria, adaptada al cine. Eso no es responsabilidad de un autor literario, sino de los actores políticos y de la ciudadanía.

viernes, 2 de octubre de 2009

Mi primera vez fue con un modelo de Calvin Klein

Foto tomada de la publicidad de OBAO BIO.

Estoy viendo un espectacular de un famoso desodorante, en él aparece mi primer amante, Antonio; quien era famoso por su belleza y su miembro prominente. Joven, alto, fuerte, de cabello castaño quebrado, labios gruesos y bien delineados, así como dos agujeros en las mejllas que delimitaban su sonrisa.
Se sentía abrumado por su propia belleza. Entonces, cuando yo a penas pasaba de los 15 años, él trabajaba para Calvin Klein, modelando calzoncillos. Me regaló unas fotos que luego un amigo gay me robó amablemente.
Mi primera vez, aunque la "virginidad" la había perdido antes en algún parque jugando al columpio o algo así de tonto, recuerdo que fue en su casa, yo había ido a recoger un libro que le presté, el cual contenía toda la obra de Xavier Villaurrutia. Lo toqué por encima del pantalón hasta que se le paró, me llevó a su cuarto y desnudé yo primero. Lo besé todo, me hizo sexo oral y me penetró con dolor, pero no sin placer. Cuando se dio cuenta que yo era virgen, me dijo que no se lo imaginaba de mí, que además nunca le había pasado. Finalmente concluyó colocando su miembro entre mis cenos y viniéndose.
Al término le conté que también quería experimentar con mujeres; me dijo que tenía una amiga bisexual. Luego no lo volví a ver en mucho tiempo. Ambos trabajabamos como actores, por ello éramos sexualmente desinhibidos. Él siguió haciendo modelaje, yo me dediqué a otros asuntos y entré a la Universidad, dejando atrás la actuación.